Si quieres evitar las consecuencias del ritmo de vida actual y mantener tu bienestar, te recomendamos meditar. Aquí te contamos las distintas formas de hacerlo.
La mejor forma de relajarse, bajar los niveles de estrés y de presión es con la meditación, además de una vida activa físicamente. Pero no sólo eso, sino también se obtienen otros beneficios como activar ciertas zonas del cerebro; reducir el volumen de la amígdala, la región del cerebro donde se procesa el miedo; o efectos positivos en las células relacionadas con el cáncer.
Conoce algunos tipos de meditación y sus beneficios, son muy fáciles de hacer y no necesitas nada más que un espacio tranquilo en tu casa:
Budismo
Su objetivo es alcanzar un estado máximo de concentración y tranquilidad, así como un estado de comprensión o alcanzar el nirvana. Si cuentas con jardín, lo más recomendable es hacer la meditación en este espacio. Existen variaciones en esta técnica, pero todos buscan alcanzar un alto grado de comprensión de su entorno.
Zen
Sobre una silla, un cojín o un banco, siéntate y procura mantener la espalda recta, cruza las piernas y pon tus manos juntas, y comienza con respiraciones relajadas y de la forma más natural posible. Aunque parezca siempre, mantener un control de la respiración y de la postura requiere de mucha práctica. Te recomendamos realizar este ejercicio en un espacio sin muchos objetos alrededor y de preferencia con el mínimo de ruido.
Trascendental
Este de tipo de meditación es más libre, no deriva de ninguna creencia religiosa ni de mantras o técnicas en concreto, se trata simplemente de tomar una pausa durante el día y encontrar la calma por al menos 20 minutos en cada sesión. Se recomienda hacerlo dos veces al día, puede ser en la mañana o en la noche. Es la forma más fácil de hacer meditación, encuentra la mejor forma de respirar y de ser consciente de ti.
Taoísta
Esta técnica de meditación busca encontrar el chi o Qí, que la filosofía taoísta define como la fuerza vital o disposición del ánimo: un flujo de energía vital, una vez consciente de esta energía a través de la meditación, se busca sentirla en todo el cuerpo. En esta técnica también se emplea la respiración para entrar en un estado de relajación máxima.